Hace tiempo que teníamos ganas de compartir una receta mexicana, lo que nos retrasaba era encontrar una receta que sea fácil de hacer y para la cual se puedan conseguir los ingredientes lejos de México, ya que es muy difícil encontrar todos los ingredientes necesarios de la gastronomía mexicana fuera del país.

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La palabra chilaquiles proviene del nahuatl y significa «sombrero viejo», hace referencia a las tortillas viejas. Esta receta es una manera de utilizar las tortillas que ya están demasiado secas y duras, Cada región mexicana tiene su propia versión, aquí compartimos la versión que Camilo se sabe. Este plato es un clásico de la cocina mexicana, nosotrxs lo modificamos un poco para hacerlo aptos para todxs 😉

Esta receta la aprendí de la familia de Camilo (que el igual que él son mexicanxs) fue uno de los primeros platos cuando llegamos juntxs a México. Y como hace un tiempo que ya no consumimos productos de origen animal, aquí va la opción vegana de los chilaquiles…

Chilaquiles

Cada vez que podemos comemos chilaquiles, yo soy más fanática de la salsa roja, pero Camilo no concibe los chilaquiles si no es con salsa verde.

Compartimos también un poco de música mexicana, particularmente creo que la música que más me gusta de este país es el Son Jarocho, propia de los estados Oaxaca, Tabasco y Veracruz. Su máxima expresión es la fiesta tradicional del fandango, donde se combina música, zapateo y canto.

Conocimos el Son Jarocho, gracias a compartir una casa hace unos meses en San Cristóbal, con músicos oriundos del estado de Veracruz. En la casa nunca faltaba el sonido de la maravillosa jarana jarocha y alguien que cantara. Creo que no hay sonido más bello que la jarana para empezar el día 🙂

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